6 Pues el mismo Dios que dijo: = De las tinieblas brille la luz, = ha
hecho brillar la luz en nuestros corazones, para irradiar el conocimiento de
la gloria de Dios que está en la faz de Cristo.
7 Pero llevamos este tesoro en recipientes de barro para que aparezca
que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no de nosotros.
8 Atribulados en todo, mas no aplastados; perplejos, mas no
desesperados;